F. Jorquera, 2015. Ed: RQTCTR. ISBN: 978-84-943835-0-2
La arquitectura y la tecnología no encajan bien. Ofrecen mecanismos opuestos para solucionar las mismas cosas. La tecnología siempre es elástica para adelantarse a cualquier gesto del usuario; la arquitectura, por el contrario, exige del habitante una mirada elástica que no suele estar disponible. Este libro muestra, de forma áspera, la manera en que las rutinas inflexibles de la percepción por un lado y los medios tecnológicos por otro producen un exceso de entornos habitables y toman la iniciativa en cuestiones que los arquitectos resuelven tarde. La Tecnología y la Arquitectura aspiran a ocupar el mismo espacio y a desempeñar las mismas funciones. La primera se anticipa con la solución; la segunda es redundante. Una de las dos sobra.
EXTRACTO:
La tecnología, el espacio construido y la percepción del entorno definen, cada uno por su lado, fragmentos incompletos y mal coordinados del espacio habitado. / La ruptura irreversible del acuerdo entre la tecnología y el espacio construido, es evidente si se mira desde lejos pero es completamente invisible para los arquitectos, empeñados, más que nunca, en recrear una relación ficticia entre los recursos tecnológicos y la arquitectura.
1 LA RELACIÓN DEL HABITANTE CON SU ENTORNO ESTÁ BASADA EN SUPOSICIONES PREFERIBLEMENTE EQUIVOCADAS. / La percepción omite el entorno. Genera su propio contexto a partir de los datos que ignora. / Hay un vacío demasiado amplio entre las intenciones contenidas en el espacio construido y las dudosas intenciones del usuario. La falsa coordinación que hay entre ellos se debe a un engaño convenido o a una doble ceguera. / La rutina es el contexto más elaborado que la percepción produce. / De la misma forma, cada uno dispone de unas cuotas de espacio impaciente con el que dar un formato asequible a cualquier circunstancia externa. / La idea de que el sistema perceptivo tiene la misión de obtener estímulos e interactuar con un entorno a nuestra disposición está tan extendida que la creen los crédulos tanto como los cínicos. / Los sentidos no captan, sino que bombardean el entorno con información tergiversada. / Los sentidos no sirven, en ningún caso, para recolectar sensaciones del entorno, sino que disparan a ciegas y en todas direcciones lo que han decidido que van a oír, ver y tocar. / El cerebro es un cortocircuito cerrado. La velocidad eléctrica tiene mucho que ver en la manera en que la mente produce conclusiones. No parece que el cerebro sea capaz de determinar conclusiones diferentes a partir de una misma situación. Si se repiten las condiciones de una situación, también se repite la misma conclusión de forma insistente. / Los dedos son el extremo inteligente del cerebro. Los dedos piensan y deciden cuál es la pregunta correcta. La respuesta siempre es trivial. / La cabeza permite que las manos puedan pensar con libertad. Los arquitectos son cuadrúpedos. / El mecanismo que sostiene un procedimiento de búsqueda es la omisión. / La suposición es la herramienta más productiva de la percepción. / De esta forma el entorno se genera exclusivamente a partir de lo que se sabe previamente. / La percepción manipula las distancias para obtener el grado de proximidad necesario en cada momento, por lo que las relaciones del cuerpo con su entorno tienen una naturaleza más política que sensorial. / Todo lo que no está incluido forma una acumulación imposible de posibilidades simultáneas. / La percepción gestiona simultáneamente mucha más cantidad de espacio y de tiempo de la que está disponible y asigna a cada objeto más de lo que le corresponde. / El espacio de la arquitectura se resiste, con su propia dosificación de superficies, al despliegue que la percepción hace de objetos simultáneos y de visiones fragmentadas.
2 EL ESPACIO HABITADO ES EL RESULTADO DEL COMPORTAMIENTO COMPULSIVO DEL HABITANTE. / En un contexto habitado los procesos invertidos de la percepción se convierten, además, en manifestaciones desenfrenadas de comunicación innecesaria. La necesidad de comunicar se centra exponencialmente en la manifestación de lo obvio. / [...] en realidad la cohesión de una comunidad consiste en la actitud de impaciencia por compartir una información nula. Solo lo obvio constituye un estímulo para la comunicación.
3 LA TECNOLOGÍA SUPLANTA A LA ARQUITECTURA Y TRAZA ALREDEDOR DEL HABITANTE UN PERÍMETRO HABITABLE. / [...] y las tecnologías ponen, además, un doble cerco al entorno estanco promovido por la optimista hiperactividad sensorial. Funcionan como mecanismos de extensión que optimizan el aislamiento. / Solo la tecnología, y no la arquitectura, es capaz de invertir el sentido y de producir entornos habitables. La tecnología es una simetría de la percepción. / Con ayuda de la tecnología, el habitante sigue aplicando su propia interpretación doblemente arbitraria del espacio que ocupa. Y en esta situación el espacio del arquitecto está cada vez más lejos de establecer coincidencias con el espacio habitado. / La cualidad más característica de las tecnologías electrónicas no es su capacidad para proporcionar o almacenar información útil para el usuario, sino su capacidad para extraer del usuario toda la información posible. / Se puede decir que llevamos las decisiones pegadas en los dedos. / Las tecnologías de imagen, luz y sonido provocan interrupciones instantáneas y absorbentes en las secuencias convencionales que genera la arquitectura. / Todos los recursos arquitectónicos, planteados casi siempre para conseguir esos mismos efectos, pasan inevitablemente a un segundo plano. / El sonido proporciona un espesor soportable a la luz eléctrica. / La tecnología (incluyendo tecnología constructiva) y la arquitectura pertenecen a dominios distantes y sin posibilidad de conexión.
4 EL TIEMPO ESTÁ CONSTANTEMENTE PARADO, PERO EL HABITANTE LO ARRASTRA DE UNA HABITACIÓN A OTRA DE SU DESVARÍO. / El espacio habitado es una característica innata que emana directamente del habitante y que es independiente de cualquier tipo de aprendizaje. / Pero lo humano es simultáneo. Todo lo que proyecta a su alrededor ya estaba incluido y procede exclusivamente de lo que sabe previamente. A diferencia del resto de especies tiene la capacidad de crear una ilusión de aprendizaje. / El habitante emite su propio entorno, pero no lo fabrica intencionadamente; más bien lo suda. La cualidad humana no consiste en que ve lo que hay, sino en que hay lo que ve. / Sobre la superficie unidimensional del territorio se acumula una multitud de componentes no demasiado tangibles que invitan a una lectura transversal del tiempo.
5 LA MIRADA SOLO TIENE DOS MODOS DE LECTURA: FRONTAL O LATERAL. / Tanto el habitante como el propio espacio que lo define pueden describirse alternativamente fragmentados (y desplegados) o bien reducidos a un punto de vista. / La percepción aparta a un lado las imposiciones de la arquitectura, pero concreta sus propias iniciativas en términos casi arquitectónicos.
6 EL HABITANTE AUTOMÁTICO Y EL ESPACIO CONSTRUIDO SE RELACIONAN ENTRE SÍ MEDIANTE LA LÓGICA DEL ESPACIO DOBLADO, EVITÁNDOSE EL UNO AL OTRO PERO SIN CONSEGUIR IMPEDIR LAS INTERFERENCIAS. / Pero la incertidumbre no está excluida y la fiabilidad del aislamiento tiene un límite, de forma que se mantiene una tensión tan irracional como productiva entre el habitante y el espacio construido. / En alguna parte existe una zona que ya hemos ocupado cuando estábamos en otro lugar. / La disposición de dos espacios equivalentes conectados por una puerta produce un primer grado de sofisticación de la arquitectura. Dos habitaciones conectadas (no relacionadas) de forma elemental permiten desplegar las facetas de simultaneidad que la percepción emite. / Un espacio doblado es una distancia prestada. / El entorno está formado por dos ingredientes: todo lo incluido y todo lo excluido. / A pesar de eso la intuición suele dibujar el espacio en un soporte elástico, y los errores de cálculo terminan por separar extremos que están juntos o solapar dos lugares separados. / Lo sintético es la parte interesante de una representación. Es el mecanismo para establecer las coincidencias aproximadas, y que permite al usuario visualizar un medio inhóspito como una envolvente habitable. Lo sintético constituye una sustitución de una percepción activa por otra latente. / La percepción emite el resultado antes de comprobarlo, y lo sintético facilita la coincidencia. Esta coincidencia es la manifestación más convincente de que varios entornos que ocupan el mismo espacio tienden a evitarse el uno al otro de forma sistemática. / Podemos describir la actividad urbana como una manipulación perversa de las distancias. Sólo en un contexto urbano la percepción rentabiliza el beneficio de la proximidad convertida en una distancia insalvable. / La pretensión arquitectónica de fomentar la relación de espacios con su contexto es esencialmente contradictoria con la implacable sucesión de interrupciones que alimentan la convivencia. La percepción inventa la proximidad o la distancia que conviene en cada instante. / El espacio urbano no es una especulación del que lo construye sino del que lo habita; lo que ya está previamente ocupado por materia inaccesible se vuelve a ocupar con errores de cálculo. / Entre otras cosas la percepción tiende a anular la sensación de movimiento. / Más bien los mecanismos de cualquier recorrido tienen mucho de deriva o de extrañamiento psicogeográfico, aunque poco de provocación o de conflicto desencadenante de algo nuevo. / [...] sólo entonces vemos lo que antes no veíamos, y lo que en realidad está sucediendo: que todo alrededor se nos derrama de la vista de forma imprevisible.
7 LA ARQUITECTURA PRODUCE UN CONTEXTO INSERVIBLE Y REDUNDANTE CON LOS MECANISMOS DE OCUPACIÓN QUE UTILIZA EL HABITANTE. / Cada vez es menos evidente que la arquitectura produzca entornos, o ni siquiera que condicione la forma en que la percepción produce su propia envolvente. / La tarea del arquitecto está condicionada a la obtención de un resultado previsible. / El trabajo del arquitecto es, por lo tanto, principalmente de ámbito social, no por su dedicación a la comunidad o por la utilidad de su edificio sino por su lenguaje corporal. / La arquitectura ha adquirido la cualidad de la velocidad gracias a un repertorio de expectativas muy concreto.
8 EL CONTEXTO URBANO SE CONSTRUYE CON CONVENCIONES TÉCNICAS RÍGIDAS, PERO SE HABITA CON LAS CONVENCIONES ELÁSTICAS DEL LENGUAJE. Por la misma razón que la convivencia doméstica se deja llevar por la inercia de las pautas de comunicación, la configuración del entorno urbano está regida por mecanismos que trasladan las convenciones verbales a gran escala. / Las propuestas de escala urbana tienden cada vez más a sustituir la capacidad para provocar polémica por la capacidad para desbordarse. / En realidad la arquitectura sólo puede aportar algo, en el horizonte de un equilibrio ambiental incierto y sin referencias reconocibles, si se desprende de las instrucciones de ahorro energético y si asume su papel como recurso de comunicación eficiente. / En términos de planificación y en términos de información el resultado más efectivo siempre es el que se apoya en una falta inquietante de datos. / La ordenación establece unas dimensiones, escalas y relaciones, pero el habitante, en cualquier caso, va a manipular de forma perversa sus propias distancias. / Los arquitectos no suelen disponer de la enzima necesaria para poder producir o digerir cualquier cosa que no sean gestos domesticados o aportaciones positivas. / Pero la actividad del arquitecto, que no está preparado genéticamente para producir amenazas, ha entrado, por voluntad propia, en una espiral de prudencia difícilmente sostenible.
9 LA CONVIVENCIA ESTÁ BASADA EN LA ACUMULACIÓN Y TIENE COMO FINALIDAD LA CONSOLIDACIÓN DE UN EMPLAZAMIENTO PERMANENTEMENTE PRECARIO. / La ciudad es un exceso de tensión producido a partir de un exceso de gestión aplicado a un exceso de acumulación de miseria. / La gente ocupa la ciudad en las mismas condiciones de miseria voluntaria que adoptaría en cualquier otro paisaje remoto. Los habitantes otorgan a la ciudad un carácter de emplazamiento que inicialmente no tiene./ En la ciudad es viable la aglomeración en la medida en que se amortiza lo simultáneo. Es el medio en el que mejor pueden multiplicarse las condiciones de precariedad y es el único lugar donde lo precario además es simultáneo. La precariedad no es una condición física de la ciudad, sino una aspiración moral del habitante. La complejidad y la sofisticación de la ciudad son la garantía de que la simultaneidad se manifiesta sólo de forma lineal y de que la incertidumbre está contenida y no es accesible.
10 LA DISTANCIA TÁCTICA DEL HABITANTE CON LO CONSTRUIDO Y LA NATURALEZA HORMONAL DE LO HABITABLE NO CONSIGUEN EVITAR LAS INTERFERENCIAS ACCIDENTALES, A LA MANERA DE UNA ARQUITECTURA AUTOMÁTICA INTERMITENTE. / La arquitectura participa de una forma sorprendentemente pasiva; pero, al mismo tiempo contiene el ingrediente necesario para la alucinación, lo que conduce ocasionalmente a intercambios reales pero incómodos entre lo visible y lo imprevisible. / La arquitectura en manos de expertos genera siempre un paisaje que incide de forma plana o inofensiva en el comportamiento. Pero, a pesar de esos esfuerzos profesionales, la profundidad permanece como una característica básica latente en cualquier entorno construido, [...] / La arquitectura es la única disciplina destinada a abastecer la omisión sistemática. / Un entorno habitable siempre debe tener o acaba teniendo las características de lo obvio. / La actividad sensorial trabaja en contra de un interés inventado de intercambio y a favor de una desconexión óptima que sustituye lo que es por lo que debería ser. / Pero, además de proporcionar una parte considerable de lo prescindible, la arquitectura define también, paradójicamente, los puntos críticos que interrumpen y fisuran el espacio prefigurado de la percepción. / La arquitectura provoca su propio ámbito tensando e interrumpiendo el material simultáneo del entorno. / La consolidación de un entorno habitado tiene mucho que ver con las cualidades multidimensionales que el territorio absorbe. Pero la arquitectura no participa directamente de esta acumulación, y mucho menos forma parte de un sistema fluido.
11 EL LÍMITE PERMITIDO DE INTROMISIÓN DE LO CONSTRUIDO EN LO HABITABLE SE CORRESPONDE CON EL SIGNO. / El signo, como una esclusa, sirve de enlace al mismo tiempo que mantiene separados dos medios incompatibles. / Cualquier tipología arquitectónica tiene más deuda con la lógica de lo identificable que con la lógica constructiva. / El mecanismo de identificación superpone su eficacia a la torpeza de la arquitectura tangible y le asigna la cualidad de lo simultáneo. / Esta sopa habitada sólo amortizará los recursos que proporciona la arquitectura cuando sea capaz de gestionar la identificación visual como herramienta de propaganda con la inmediatez con que lo hace un régimen totalitario. / La componente icónica es la única que permite establecer una secuencia fiable de evolución. Todo lo demás resulta trivial, y acaba formando parte del mismo fondo turbio de técnicas redundantes y de significados mal recordados. Puede que la arquitectura tenga sentido sólo como un medio sin contenido. / Pero en condiciones de signo la arquitectura mantiene la distancia de seguridad y consigue la transfiguración de lo construido de invisible a visible. El signo permite que, por una vez, lo que se ve desde un lado coincide con lo que se ve desde el otro.
12 TECNOLOGÍA O ARQUITECTURA: BORRADOR PARA UN PACTO DE NO COLABORACIÓN. / Ni la arquitectura necesita comunicar ni la información necesita abrazar al usuario. La dimensión arquitectónica y los medios electrónicos pueden intervenir al mismo tiempo pero, a pesar de los esfuerzos, no son percibidos en la misma frecuencia. / El futuro de una relación tan intensa y tan afectada como la actual entre las tecnologías y la arquitectura no debería ser en ningún caso la fusión definitiva, sino la ruptura definitiva. / A pesar de todo la situación actual es confusa sólo en la medida en que se pretenda que la arquitectura debe forzar una relación estable con la tecnología. Sólo un vínculo distante puede permitir una convivencia razonable. / La ubicuidad es la capacidad de cualquier sitio de estar aquí. / Admitir la independencia de los medios tecnológicos y su preferencia indiscutible en el campo de la percepción y de la convivencia supone inutilizar los mecanismos expresivos de la arquitectura y despojar a los arquitectos de cualquier posibilidad de participar de otros recursos de comunicación. / La tecnología produce burbujas autosuficientes. La arquitectura se distancia inevitablemente de los entornos autosuficientes que genera la tecnología. / La arquitectura es todo lo que no constituye espacio habitado o doméstico; no es nada importante para el habitante o para la convivencia excepto, en ocasiones, un signo. / La arquitectura planteada con intención de incorporar dócilmente las ventajas ofrecidas por los medios tecnológicos asume un papel trivial. / Todo lo que está formulado en términos arquitectónicos suele acabar siendo redundante con los parámetros con los que la percepción prefigura el espacio. / El exterior sólo puede ser resuelto o producido desde dentro. / Un matrimonio entre tecnología y arquitectura tiene una conveniencia que no beneficia a todas las partes. El nuevo equilibrio obliga a proyectar interviniendo exclusivamente en un segundo plano, lo que supone asumir que el trabajo del arquitecto consiste en buscar el problema a una solución impuesta. / ¿Qué opciones tenemos, a partir de recursos arquitectónicos, de captar la atención de habitantes con la capacidad de percepción autosecuestrada, o, dicho de otro modo, en un estado crónico de desatención? / La tecnología les ha robado la autoridad para buscar soluciones y la oportunidad de disponer con derecho de las nuevas herramientas de comunicación. Pero gracias al desplazamiento de la parte concreta del entorno hacia el ámbito de la tecnología, la arquitectura puede recuperar la condición mágica de lo distante y de lo inhóspito. / Pero a pesar de la poca consistencia del significado y de lo incierto de su localización siempre se puede identificar un vacío más o menos nítido entre un edificio y un programa. / Las consecuencias de las alteraciones en la percepción del entorno tienden a ser contradictorias, puesto que la aceleración, la tecnología y el constante incremento de la precisión con que la mirada salpica a su alrededor, no producen ni la más mínima modificación en el comportamiento. / La marea tecnológica alimenta y vacía al mismo tiempo las aspiraciones pintorescas de la arquitectura participativa. / La tecnología no sólo adjudica identidades moleculares, sino que también es capaz de inducir en un espacio simple cualidades psíquicas complejas. La tecnología inventa distancias que los puntos de vista no son capaces de descifrar. El espacio se dobla, se pliega, se retuerce, delante de nuestros ojos sin que seamos capaces de verlo. Unas distancias empujan a otras, y unos parámetros se solapan con otros. / La tecnología, mas que definir ámbitos, es capaz de gestionar presencias ubicuas, lo que autoriza al usuario a prescindir de gran parte de los mecanismos que hacen de la arquitectura algo útil. / La dinámica de distancias prestadas permite, además, una coexistencia imposible de espacios. El hecho de habitar invierte el sentido: ya no se trata de una acción que incide sobre un entorno, sino de un estado inducido directamente sobre el habitante. / Pero la pasta cruda de la arquitectura puede alcanzar la condición de la dignidad comestible con un sencillo bautizo tecnológico. / La arquitectura es lo que pasa desapercibido primero a los idólatras y después a los iconoclastas; es lo que queda en pie cuando ya han pasado todos ellos. / La tecnología está en condiciones de disputarle a la doctrina su prerrogativa sobre la ceguera, que es precisamente lo que permite que un edificio pueda pasar de unas manos a otras sin más formalidades que una amnesia calculada. / La arquitectura, apartada de las cuestiones más comprometidas de la convivencia, adquiere un valor incalculable como imagen de significado inclusivo. Hay que tener en cuenta que la situación actual no procede de una falta de argumentos, sino de un traspaso de competencias que provoca en la arquitectura un vacío de cualquier contenido especializado o explícito. / El habitante tecnológico habita con la indiferencia de un turista los restos de una civilización que no le corresponde. / La arquitectura desprovista de tecnología asume la dignidad de un templo apagado. Un templo contiene una distancia inusual y un espacio lento. En su interior se condensan las pretensiones arquitectónicas de vacío, ausencia y exclusión. El templo se habita con los pies. La superficie del suelo contiene la razón de ser del espacio. Al contrario que en el exterior, en un lugar sagrado se mira con descaro y se pisa con respeto. La mirada busca un camino derecho, mientras los pies dan un rodeo. En el suelo es donde Dios espera encontrarte. / La forma en que lo arquitectónico evita ocupar el centro de la escena fomenta los equívocos entre el interior y el exterior con la precisión de la fiebre. En unas ocasiones lo construido retrocede, se enfría y se abre como el estómago de un gigante mudo; en otras se aleja y se encoge hasta adoptar la escala y la identidad doméstica y comestible de una vasija. En cualquier caso la arquitectura se aparta hacia el fondo y hacia los lados para dejar paso a un pavimento vacío y colocar al que mira en una situación de alejamiento permanente.